domingo, 11 de diciembre de 2011

Herencia por sorpresa

Esto ocurrió hace ya algunos años, siete creo, y en aquella época vimos con tristeza como la vida se escapaba de la abuela María Antonia (luego vimos con más tristeza aún como se recuperaba, y vive a día de hoy, después de siete años, en la mansión de la familia). Mi padre descubrió que la fortuna de la abuela no tenía beneficiario por lo que la sacó de la residencia donde estaba y la instaló en casa. Hacía tres años que mi padre internó a la abuela en la residencia, en ese tiempo he de reconocer que no la visitó muy a menudo, creo que la última vez que puso el pie en la residencia fue el día del ingreso porque no le dejaron firmar el internamiento a través de internet. Pero la familia volvía a estar unida. Sin embargo, y a pesar de su regreso a la mansión, el tío Fernando seguía siendo el preferido de la abuela, y tenía pensado ponerlo de beneficiario de la herencia.

Mi padre me dijo que buscara algún trapo sucio en la casa de Fernando con el objetivo de ganar la antipatía de la abuela. Lo visité con un falso pretexto, y cuando observé que no había vigilancia subí al despacho y miré en todos los cajones del escritorio. No hallando nada me dirigí a su habitación. Lo primero que ví allí fue ropa interior femenina tirada sobre la cama, "Fernando siempre fue el más cabeza loca de la familia, siempre de fiesta en fiesta y relatando con detalle sus innumerables conquistas" pensé "seguro que anoche tuvo fiesta con una guarrilla".

No pude encontrar nada en contra de él por lo que decidí inventarlo. Mi abuela era de mentalidad ligeramente antigüa, no obstante parece que está disecada en lugar de viva, y pensé que si decía que Fernando era homosexual conseguiríamos la herencia.

El resultado fue el esperado, y la abuela llamó a Fernando para expresar su rechazo. Minutos después se presentaría de esta manera.



Dijo que sí, que estaba harto de disimular con sus relatos de macho y que estaba dispuesto a luchar contra el mundo. Entonces comprendí que hacía aquella ropa interior. El tío Fernando no solo era homosexual sino travesti. El éxito era rotundo, de no ser porqué a la abuela no le importó aquello y no cambió sus planes. Ante un notario, María Antonia se puso sus gafas de cerca y examinó cuidadosamente los papeles de la herencia. Solo estaba con ellos mi padre, cabizbajo por lo sucedido. De repente, la abuela se inclinó y le dijo "¿Como se llamaba mi hijo, el que es gay" a lo que respondío mi padre "Ese bastardo se llama Alejandro Robles, mamá, Alejandro Robles".

viernes, 9 de diciembre de 2011

Carlota siempre llama dos veces


 Una vez asistí a una fiesta organizada por mi padre. Celebraba la fusión de su empresa con la de su rival después de que este muriera de un infarto tres semanas atrás. Había ricos, lujos y chicas preciosas, lo que es más o menos mi día a día. En esa fiesta conocí a Carlota, una joven española de origen francés que me presentó mi padre. Guapa, culta y divertida. Tenía todas las cualidades que enamorarían a cualquiera y aunque no soy hombre de una sola mujer caí en sus garras.

Los primeros meses fueron inolvidables. Paseábamos por el parque, sobre una alfombra de hojas secas y amarillas en la tarde otoñal. Pero todo cambió poco después. Carlota se volvió cada vez más distante y esquiva. Ya apenas lo hacíamos, la magia se estaba acabando. Me sentía solo y cogí la agenda de mi padre para llamar a la agencia de señoritas de compañía que solía frecuentar. Rosana fogosa me causó una buena impresión y me decidí a llamarla. Cuando llegó y la ví bajo el arco de la puerta me quedé estupefacto, Rosana fogosa era Carlota.

En ese mismo momento recordé las excusas de Carlota. Las cosas que compraba con mi visa. Al parecer, Carlota tampoco era mujer de un solo hombre.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El niño con el chandal de rayas

Mi padre trabajaba en la empresa de vinos que creo haber mencionado ya en alguna ocasión, y cuando tenía diez u once años de edad se trasladó a las oficinas de Madrid, para gestionar y dirigir el negocio junto a su hermano Fernando. Había dejado atrás la mansión de la familia y aquel apartamento de tres plantas y piscina sin climatizar era insoportable. Entonces decidí un buen día dar un paseo por las calles de aquella, para mí, desconocida ciudad. Mis pasos me llevaron a Carabanchel, donde conocí a Samuel, el niño con el chándal de rayas.







En la actualidad, su aspecto desaliñado, sus chándals Nike, y sus horteradas de oro colgándole del cuerpo me habrían rechazado de pleno, pero en aquella época era ingenuo y jugué con él como si fuera un igual. Me llevó a su chabola, donde conocí a sus trece hermanos, y todos juntos jugamos a atracar a las ancianas a punta de navaja. Fue muy divertido. Pero mi padre se preocupó cuando me pilló escuchando al Tijeritas.
- ¿ Qué estás escuchando ?. Me preguntó con la mosca en la oreja (en sentido figurativo, no como las moscas que tenía en la oreja Samuel)
- Esto... estaba... no es lo que parece papá. Dije cuando me vio el cd del Tijeritas entre las manos.
Mi padre descubrió la amistad que me unía al pequeño salvaje y me prohibió volver a verlo. Pasó el tiempo y volvíamos a la mansión. Entonces decidí escabullirme e ir a Carabanchel para despedirme de Samuel.
- Mi padre dice que tenemos que ser enemigos. Le dije al niño con el chándal de rayas. - Pero seremos amigos para siempre.
Cuando me regresé a la mansión me quedé triste, al menos, hasta que mi padre me compró la Supernintendo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Por un mundo liberado de sus cadenas

Siempre he sido muy generoso con la fortuna que el destino me ha querido regalar. Me he movido en diferentes ONGs y he puesto mi granito de arena por un mundo más humano. Recuerdo que cuando tenía doce años, de la paga de semanal, apadriné a un niño, que no recuerdo bien si era de Gran Canarias o del Perú, lo cual me hizo muy feliz.
Luego apadriné a una niña rumana. La organización me comentó si quería conocerla en persona pero entre los estudios y las fiestas no encontré el momento. Al cabo de unos años, Slovenka, la niña en cuestión, me envió una fotografía.
 
 
 
 
 Le hice un hueco en mi agenda, pero Slovenka cumplió ya 18 años, encontró trabajo como modelo y mi apadrinaje había concluído. Yo le escribí diciéndole que no me importaba seguir enviándole un euro al día pero no me contestó. Estuve aportando dinero para una organización de ayuda a enfermos terminales, a los cuales visitaba a menudo. En una de estas visitas, a un hombre llamado Pedro, se me quedó el móvil sin batería. Retiré un enchufe de la habitación del hospital y puse el cargador. Al cabo de dos minutos se llevaron a Pedro a cuidados intensivos. Al parecer, había desenchufado su máquina de respiración asistida por equivocación. Después de este incidente viajé a Somalia. En un pequeño poblado dí un emotivo e inspirado discurso.
"El sistema, totalmente corrupto, de la política somalí hace que estas pobres personas tengan que malvivir trabajando la tierra sin descanso. No entiendo como el gobierno del país permite que vivan en estas chozas, que apestan como mil demonios, y que vistan estos andrajosos harapos. Que no tengan agua para poder ducharse, y tengan un olor que echan para atrás. Estas pobres víctimas del sistema merecen algo más que la desgraciada vida que llevan..."
Aún no entiendo por qué comenzaron a tirarme piedras y a perseguirme por la jungla con antorchas en las manos. A pesar de todos estos contratiempos sigo luchando por un mundo más justo, donde todos seamos hermanos de una maldita vez.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Una polémica absurda


No suelo ir a misa los domíngos, pero considero que tengo una vida religiosa intensa y activa, en contraposición a mi vida material, que para que engañarnos, me reporta grandes satisfacciones. Y un lugar donde puedo enlazar estos dos estilos de vidas tan opuestos es en el Opus Dei. ¿Por qué para ser católico hay que vivir de forma austera? ¿Que hay de malo en ser miembro activo de la iglesia y poder gozar del dinero que mi padre ha conseguido casi casi de forma honesta?. Satanás no es el dinero, y así me lo enseñó el padre Andrés, muy amigo de la familia. Que por cierto es sacerdote del Opus y solemos debatir mientras hacemos algunos hoyos en su casa de las afueras.

Llegó a interesarme esta iglesia dentro de la iglesia, hasta tal punto que visité junto a mi amigo Marcos la sede del Opus en New York. Es un hermoso edificio de más de 15 pisos situado en una zona céntrica de la gran manzana. Se edificó gracias a 5.000 pequeñas contribuciones de miembros de la iglesia, siendo mi padre uno de ellos. Aportó a la causa 1.600.000 de las antiguas pesetas en 2001. Es un edificio magnífico, y me siento orgulloso de haber contribuido en su creación. ¿Y a quién le importa que su creador, Escriva de Balaguer, tuviera un Mercedes? Jesús dijo; No juzguéis y no sereis juzgados.

Cuando a mediado de los setenta Escriva de Balaguer nos dejó, miles de cartas llegaron al vaticano para su canonización inmediata. Mi padre volvió a aportar su granito de arena para la santificación de Balaguer y escribió al papa una sentida correspondencia. Mi amigo Marcos y yo siempre llevamos en la cartera una foto del santo, que velará por nuestros negocios siempre.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Las filosofías del caviar y la mortadela

El mundo se divide entre los que comen caviar y los que comen mortadela. Los primeros vivimos la vida, los segundos solo existen. El caviar es escaso, exclusivo y muy caro. La mortadela es abundante, barata y tiene tropezones y gelatina. Por tanto, creo que la humanidad se divide en dos filosofías principales: la filosofía del caviar y la filosofía de la mortadela. A continuación os propongo un sencillo test, para que averigüéis como sois. Cada frase afirmativa vale un punto. Las frases con las que no os identifiquéis vale cero puntos.


1- Paso por un escaparate y me detengo ante un artículo que me cautiva (ropas, joyas, perfumes, y/o cualquier otro artículo) y paso de largo imaginando, al llegar a casa, que lo tengo.

2- Entro en un establecimiento con el dinero justo para comprar un artículo que me gusta y al llegar al estante veo dos o más. Debo elegir uno porque no me llega para todos.

3- Paseo por la calle y veo a un individuo exhibiendo algo caro (joyas, vehículos, rolex, étc.) y lo miro de reojo evitando que ese individuo sepa que lo observo para que no se crea importante o envidiado. Si desea que pierda ese objeto vale dos puntos.

4- En una conversación con amigos y/o conocidos exagero el valor de un objeto. Ejemplo, tengo una piscina hinchable y digo que tengo una piscina climátizada. Tengo cava y digo que tengo Champagne rondel oro. Si el objeto en cuestión no solo es exagerado sino inventado vale dos puntos.

5- Un conocido me cuenta anécdotas y/o datos sobre un viaje a Fijis, Riviera maya o cualquier lugar exótico y yo se lo cuento a un amigo como si el viajero fuera yo mismo.

6- Voy a un local, club, pub, o cualquier otro lugar de ocio y me abstengo de consumir diciendo que no me apetece aunque en realidad no sea así.

7- Compro y utilizo artículos de cualquier tipo (zapatos, vestidos o trajes, relojes. étc) de imitación y los hago pasar como auténticos ante mis amigos, aunque el jinete de Ralph Lauren tenga un bate de beisbol en lugar de un palo de polo, o el cocodrilo de Lacoste se esté despegándo. Si es demasiado cantoso vale dos puntos.

8- Compro mortadela, me aprovecho de los "dos por uno" y los "tres por dos", consulto con frecuencia mi saldo de puntos en el supermercado y consumo productos de marca "hacendado".

9- Hago la Quiniela, compro cupones de la ONCE, étc. Participo en sorteos de este tipo con la esperanza de que canten mi número y así cambiar de vida.

10- Tengo jefe, me humilla y/o sobre-explota, y aún así tengo que esforzarme y lanzarle una sonrisa. Si el grado de humillación es elevado vale dos puntos.

Suma los puntos obtenidos y espera la respuesta dentro de un par de entradas. Suerte.

"Advertencia; si no eres sincero en la suma de puntos alterarás el resultado del test".


martes, 29 de noviembre de 2011

127 horas


Recientemente envié a Valmaseda al videoclub a alquilar una película que estaba esperando desde hacía tiempo. Por desgracia, la piratería está haciendo un enorme daño a los establecimientos de alquiler de películas y Valmaseda tuvo que ir al otro lado de la ciudad para hacer el encargo. Tuve cierto remordimiento porque estaba lloviendo y hacía dos grados sobre cero, pero también tiene que ganarse sus seiscientos euros mensuales. Sin embargo, Valmaseda no me trajo la película que le había solicitado. Cars estaba cogida, así que alquiló otra película, 127 horas.
La puse en el reproductor con cierta suspicacia, debo añadir, pero a medida que avanzaba la película vino a mí un angustioso recuerdo. Al tipo de la película se le quedaba atrapado el brazo y pasaba ciento veintisiete angustiosas e interminables horas antes de liberarse. Yo pasé por un trauma similar cuando tenía veinticuatro años.
Encontrándome en el terreno de la mansión familiar, una enorme piedra cayó sobre mi pierna inmovilizándome completamente. No podía liberarme así que grité pidiendo auxilio, aunque en un terreno de tantas hectáreas no se me podía oir. Golpee la piedra con fuerza, intenté desgastarla con las llaves del Rolls, y me desmayé del esfuerzo y el calor sofocante. Cuando volví en mí tomé una decisión desesperada. Si quería salir de allí debía cortarme la pierna. Para mi desgracia, la Visa no cortaba lo suficiente.
Se me agotó el agua y los suministros alimenticios y entonces arañé en la tierra mi fecha de nacimiento y el año de mi muerte. Por suerte apareció Valmaseda, justo cuando perdí toda esperanza, y la fuerza combinada de los dos liberó mi pierna. Fueron los 127 minutos más angustiosos de mi vida.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Mi orgullosa familia

Voy a hablaros de mi extenso linaje, el linaje de los Viscondes de Fornnings. Siempre hubo un Robles en España.

Eduardo Andrés de Olmedo y Robles Borgoña. (2, Agosto, 1912 - 12, enero, 1998)
Tercer hijo de Felipe y María del Pilar. De carácter tranquilo, desde muy joven buscaba la estabilidad de una buena esposa, lamentablemente encontró a María Antonia. Contrató a Francisco Valmaseda, padre de Alfonso Valmaseda, mi actual jefe de mayordomos. Eduardo y María del Pilar tuvieron dos hijos, Fernando y Alejandro Robles senior.

Luis Felipe Alberto Robles y Casar Velázquez. (30, Marzo, 1893 - 6, Junio, 1944)
Hijo primogénito de Alfonso y María Luisa. Estudió la carrera militar en la academia de infantería de Toledo. Allí conoció a un chico un año menor que él, y con el cual compartía habitación. Solía bromear acerca de su pequeño tamaño y le gastaba pesadas bromas. Una de estas consistió en darle de comer aceite de risina poco antes de su jura de bandera, la cual hizo dando de vientre a medida que caminaba bajo el sofocante sol. Luis Felipe viajaría a Francia y no volvería a ver España cuando, años más tarde, aquel muchacho dio un golpe de estado y le dijo "a ver quién se caga ahora".
(Fotografía de Luis Felipe)
 Juan Luis Alfonso Robles Marín y Valbuena. (9, Septiembre, 1864 - 17, Abril, 1921)
Cuarto hijo de Alberto y Josefina. Enviudó de Josefina a los 48 años, edad en la que viajó a Nueva York para asistir a su entierro, ya que ella murió en tierras Norteamericanas. Mi abuelo tenía miedo a embarcar, por lo que compró un pasaje en el insumergible Royal Mail Steamship Titanic, que partía desde Southampton. En el viaje, según dejó escrito en sus memorias, se enamoró de una mujer de tercera clase. Lamentablemente, en aquel trozo de madera solo cabía uno y Alfonso Robles lo vio primero.

José Manuel Alberto Robles y Torrillo de Asís. (14, Diciembre, 1839 - 21, Mayo, 1889)
Hijo único de Miguel Ángel y Catalina. Estos eran primos, y además, su padre estaba algo desequilibrado, por lo que Jose Manuel nació con ciertas enfermedades como un tic severo. Ante el círculo de la nobleza hizo que su gonorrea también pasara como enfermedad de nacimiento. Fue fuerte y superó la gonorrea, hasta que murió de sífilis.
(Retrato de José Manuel)
 Miguel Ángel Robles y Ruiz de Campo. (Algún día de Enero de 1801 - 24, Agosto, 1859)
Fue el primer Robles que se conozca. Desde muy temprana edad mostró rasgos ligeramente sociópatas. El 2 de mayo de 1808, durante el levantamiento, mató a dos franceses en Madrid con el sable de su padre. Una hazaña heróica de no ser porque también mató a dos madrileños. Embarcó en una nave rumbo a las Américas, donde adquirío un rancho y se enriqueció. Compró el título de Visconde de Fornnings y regresó a España como noble en 1832.

(Retrato de gran realismo de Miguel Ángel)

sábado, 26 de noviembre de 2011

Presentación

Mi nombre es Alejandro Andrés de Olmedo Robles y Valbuena, pero podéis llamarme Alejandro Robles. Soy Visconde de Fornnings. Grande de España. Ahora tal vez no signifique mucho. Pienso que deberíamos volver a nuestra época de esplendor, donde no pagabamos impuestos y recibíamos una asignación del estado, pero el ser humano está en franca decadencia y no creo que eso vuelva a suceder. Aunque confío en que Mariano Rajoy haga algo al respecto.
Tengo treinta y un años y trabajo como asesor en las oficinas de la multinacional de vinos de mi padre, donde firmo documentos muy valiosos que tratan de temas muy diversos sobre... Bueno, todo es muy complejo para explicarlo aquí. En estos tiempos de crisis he decidido a llevar una vida de austeridad. Vendí mi Lamborghini Murciélago para comprarme un modesto BMW z4 y ya no vivo en la mansión familiar sino en un pequeño ático de ciento cincuenta metros en el centro. Todo para dar ejemplo a los cuatrocientos empleados de la empresa (doscientos cincuenta después de que haga varias llamadas).
En esta primera entrada quería contaros un poco de mí y de lo que voy a relatar en el futuro. Me abriré a vosotros (metafóricamente hablando, así que los fans de Lady Gaga pueden abandonar este blog si esperaban otra cosa). Será como la caja roja de Ana Obregón pero contando la verdad. Espero que os guste.

Ha escrito Alejandro Robles. Grande de España.